¿Los anarquistas son individualistas o colectivistas?
La respuesta corta es: ninguna de las dos. Se puede ver por el hecho que los eruditos liberales acusan a los anarquistas como Bakunin de ser "colectivistas" mientras que los marxistas atacan a Bakunin y a los anarquistas en general por ser "individualistas". No es de sorprender, ya que los anarquistas rechazan ambas ideologías como tonterías. Les guste o no, los individualistas y los colectivistas no anarquistas son las dos caras de la moneda capitalista. Esto se demuestra considerando el capitalismo moderno, en el que las tendencias "individualistas" y "colectivistas" continuamente se influyen mutuamente, a menudo con el péndulo de la estructura política y económica oscilando de un extremo al otro. El colectivismo y el individualismo capitalista son aspectos parciales de la existencia humana, y al igual que todas las manifestaciones de desequilibrio, están profundamente tarados.
Para los anarquistas, la idea de que los individuos deberían sacrificarse por "el grupo" o "el bien común" no tiene sentido. Los grupos están formados por individuos, y si la gente piensa solamente en el bienestar del grupo, ese grupo será un cascarón sin vida. Solamente la dinámica del intercambio humano dentro de un grupo es lo que le da vida. Los "grupos" no pueden pensar, solo los individuos piensan. Irónicamente, este hecho lleva a los "colectivistas" autoritarios a la clase de "individualismo" más peculiar, el "culto de la personalidad" y la adoración del líder. Es de esperar, ya que tal colectivismo amontona a los individuos en grupos abstractos, les niega su individualidad y termina en la necesidad de que alguien con suficiente individualidad haga las decisiones; problema que se "resuelve" con la idea del líder. El Estalinismo y el Nazismo son excelentes ejemplos de este fenómeno.
Esta consideraciones no significan que el "individualismo" encuentre apoyo entre los anarquistas. Como señaló Emma Goldman, "el individualismo robusto ... no es más que un solapado atentado a reprimir y a derrotar al individuo y a su individualidad ... [ello] ha resultado invariablemente en la más burda de las distinciones de clase ...[y] ha supuesto todo el individualismo para los amos, mientras que el pueblo es regimentado en una casta de esclavos al servicio de un puñado de superhombres egoístas" [Habla Emma La Roja, p. 89].
Mientras que los grupos no pueden pensar, los individuos no pueden vivir ni discurrir por sí solos. Sin embargo, debido a su desequilibrada perspectiva, los "individualistas" acaban apoyando algunas de las instituciones más "colectivistas" que existen: las empresas capitalistas, y además, siempre hallan la necesidad de un estado a pesar de sus frecuentes acusaciones en contra de él. Estas contradicciones nacen de la dependencia del individualismo capitalista de contratos individuales en una sociedad desigual, es decir, individualismo abstracto.
En contraste, los anarquistas acentúan el individualismo social. El anarquismo "insiste que el centro de gravedad de la sociedad es el individuo, que tiene que pensar por sí mismo, actuar libremente, y vivir plenamente ... Si quiere desarrollarse libre y plenamente, tiene que ser relevado de la interferencia y opresión de otros... [E]sto no tiene nada en común con ...el individualismo robusto. Tal individualismo depredador es realmente débil, no robusto. Al menor peligro a su seguridad, corre a refugiarse en el estado y aúlla por su protección... Su individualismo robusto es simplemente una de tantas pretensiones que hace la clase dominante para cubrir el mercadeo sin riendas y la extorsión política" [Emma Goldman, Ibid., p.397].
El anarquismo rechaza el individualismo abstracto del capitalismo, con sus ideas "absolutas" de libertad del individuo constreñido por otros. Esta teoría ignora el contexto social en el cual la libertad existe y crece.
Una sociedad basada en "contratos individuales" generalmente resulta en la desigualdad de poder entre los individuos contratantes y conlleva así la necesidad de una autoridad basada en leyes por encima de ellos y en la coerción organizada para forzar el cumplimiento de los contratos entre ellos. Se ve claramente esta consecuencia en el capitalismo y, más notable aún, en la teoría "contrato social" de cómo se desarrolló el estado. En esta teoría se asume que los individuos son "libres" cuando están aislados unos de otros, como dicen que estaban originalmente en un "estado natural". Una vez agrupados en sociedad, se supone que crearon un "contrato" y un estado para administrarlo. Sin embargo, además de ser una fantasía sin ninguna base en la realidad (los seres humanos siempre han sido animales sociales) esta "teoría" no es más que una justificación de los extensos poderes del estado sobre la sociedad; lo que a su vez justifica el sistema capitalista, que requiere un estado fuerte. También copia los resultados de las relaciones económicas capitalistas sobre las que se construye esta teoría. Dentro del capitalismo, los individuos se contratan "libremente", pero en la práctica el patrón manda sobre el trabajador en tanto que dure el contrato. (Ver Secciones A.2.14 y B.4 para más detalles)
En la práctica, el individualismo y el colectivismo llevan a la negación de la libertad individual y la autonomía y la dinámica de grupos. Además, uno supone lo otro, el colectivismo nos lleva a una forma particular de individualismo y el individualismo nos lleva a una forma particular de colectivismo.
El colectivismo, con su supresión implícita del individuo, últimamente empobrece a la comunidad, ya que los grupos sólo reciben su vida de los individuos que los forman. El individualismo, con su supresión explícita de la comunidad (i.e. la gente con quien uno vive) últimamente empobrece al individuo ya que los individuos no existen aparte de la sociedad sino que solo pueden existir dentro de ella. Además el individualismo acaba por negarle a los "pocos elegidos" las intuiciones y las habilidades de los individuos que forman el resto de la sociedad, y de esta manera es una fuente de auto-negación. Esta es la falla (y la contradicción) mayor del individualismo, "la imposibilidad del individuo llegar a alcanzar un pleno desarrollo en condiciones de opresión de las masas por las "bellas aristocráticas". Su desarrollo permanecería desequilibrado" [Piotr Kropotkin, Revolutionary Pamphlets, p.293].
La verdadera libertad y comunidad existen en alguna otra parte.
¿Por qué el sistema voluntario no es suficiente?
El sistema voluntario (voluntarismo) quiere decir que la asociación debería ser voluntaria para maximizar la libertad. Los anarquistas son, obviamente, voluntaristas, al creer que solo en la libre asociación, creada por acuerdos libres, pueden desarrollarse y crecer los individuos y expresar su libertad. Es evidente, sin embargo, que bajo el capitalismo el voluntarismo no basta para maximizar la libertad. El sistema voluntario supone la promesa (i.e. la libertad de entrar en contratos) y la promesa supone la capacidad individual de juicio independiente y deliberación racional. También, ello presupone que puedan valorar y alterar sus acciones y relaciones. Bajo el capitalismo los contratos contradicen estas consecuencias del voluntarismo, ya que, aunque técnicamente "voluntarios" (aunque ya veremos en la Sección B.4 que no es realmente así) los contratos capitalistas resultan en la negación de la libertad. Es así porque la relación social salario-trabajo supone la promesa de obedecer a cambio de la paga. Sin embargo, como señala Carole Patemen en The Problem of Political Obligation "prometer obediencia es afirmar, que en ciertas áreas, la persona que hace la promesa ya no es libre de ejercer sus capacidades y de decidir sus propias acciones, y deja de ser un/a igual para ser un/a subordinado/a" [p.19].
Efectivamente, bajo el capitalismo eres libre !solo en cuanto a que puedes elegir a quién vas a obedecer! La libertad, sin embargo, debe significar más que el derecho a cambiar de jefe. La servidumbre voluntaria es servidumbre aun. Por lo tanto los anarquistas recalcan la necesidad de democracia directa en las asociaciones voluntarias para así asegurar que el concepto de "libertad" no es una farsa y una justificación de la dominación, como ocurre bajo el capitalismo.
Toda relación social basada en el individualismo abstracto estará probablemente basada en la fuerza, el poder, la autoridad, y no en la libertad. Por supuesto esto asume una definición de libertad en la cual los individuos ejercen sus capacidades y deciden sus propias acciones. Por consiguiente, el voluntarismo no es suficiente para crear una sociedad que lleve al máximo la libertad.
Por supuesto, podría objetarse que los anarquistas valoran ciertas formas de relación social por encima de otras y que un verdadero libertario debe permitirle al pueblo la libertad de elegir sus propias relaciones sociales. Contestando a la segunda objeción primero, en una sociedad basada en la propiedad privada (y el estadismo) los propietarios tienen más poder, que pueden usar para perpetuar su autoridad. ?Por qué deberíamos excusar la servidumbre o tolerar a los que desean refrenar la libertad de otros? La "libertad" de mandar es la libertad de esclavizar, y es de hecho una negación de la libertad.
Con respecto a la primera objeción, los anarquistas nos declaramos culpables. Tenemos prejuicios en contra del reducir a seres humanos a la categoría de robots. Tenemos prejuicios a favor de la dignidad y la libertad humana. Tenemos prejuicios, abiertamente, a favor de la humanidad y de la individualidad.
¿Y acerca de la naturaleza humana?
Los anarquistas, lejos de ignorar la "naturaleza humana", tienen la única teoría política que piensa y reflecciona profundamente sobre este concepto. A menudo, "la naturaleza humana" es lanzada como si fuese la última linea defensiva en argumentos contra el anarquismo, pensando que no admite contestación. Sin embargo, no es así.
En primer lugar, la naturaleza humana es algo muy complicado. Si por naturaleza humana se quiere decir "lo que hacen los humanos" es obvio que la naturaleza humana es contradictoria: amor, odio, compasión y crueldad, paz y violencia, etc. han sido expresiones de la gente y todas son producto de la "naturaleza humana". Por supesto que lo que se considera naturaleza humana cambia a medida que cambian las circunstancias sociales. Por ejemplo, la esclavitud fue considerada parte de la "naturaleza humana" y "normal" durante miles de años, y la guerra solo se convirtió en parte de la naturaleza humana con el desarrollo de los estados. Por lo tanto, el medio ambiente juega un papel importante en la definición de lo que constituye la "naturaleza humana".
Esto no quiiere decir que los seres humanos sean infinitamente plásticos, cada individuo una tabula rasa (una p'agina en blanco) al nacer, esperando ser moldeado por "la sociedad" (lo cual en la práctica significa por los que la rigen). No queremos entrar en un debate sobre cuales características humanas son o no son "innatas". Lo único que diremos es que los seres humanos tienen una abilidad innata para pensar y aprender, lo cual creemos evidente; y que los humanos son criaturas sociales, que necesitan la compañía de los demás para sentirse completos y para prosperar.
Estos dos rasgos, creemos, sugieren la viabilidad de la sociedad anarquista. La abilidad innata para pensar por uno mismo automaticamente hace ilegítimas todas las formas de jerarquía, y nuestra necesidad de relaciones sociales supone que podemos organizarnos sin el estado. El profundo descontento y alienación que afligen a la sociedad moderna revela que la centralización y el autoritarianismo del sistema capitalista y del estado niega alguna necesidad innata dentro de nosotros.
De hecho, como se dijo anteriormente, durante la mayor parte de su existencia, la raza humana vivio en comunidades anárquicas, con poca o ninguna jerarquía. Que la sociedad moderna califique a esas gentes de "salvajes" o "primitivos" es pura arrogancia. ?Quién puede decir que el anarquismo va en contra de la naturaleza humana? Los anarquistas han acumulado suficientes pruebas que sugieren que no es así.
Con respecto a la acusación de que los anarquistas piden demasiado de la "naturaleza humana", son a menudo los no anarquistas los que hacen las mayores demandas a ella. Puesto que "mientras nuestros oponentes parecen admitir que hay una especie de sal de la tierra: los gobernantes, los patronos, los líderes, que, afortunadamente, impiden que esos malos hombres: los gobernados, los explotados, los dirigidos, se hagan mucho peores de lo que son..., hay una diferencia, una muy importante. Nosotros reconocemos las imperfecciones de la naturaleza humana, pero no exceptuamos a los que mandan. Ellos los exceptúan, aunque a veces inconscientemente." [Piotr Kropotkin, Act for Yourself p. 83] Si la naturaleza humana es tan mala, entonces dar a algunos el poder sobre otros y esperar que esto nos lleve a la libertad y a la justicia es una utopía inútil.
Hoy sin embargo, con el auge de la "sociobiología" algunos afirman (con muy pocas pruebas reales) que el capitalismo es un producto de nuestra "naturaleza", la cual es determinada por los genes. Estas declaraciones han sido tomadas al asalto por las autoridades. Considerando la escasez de pruebas, su apoyo a esta "nueva" doctrina tiene que ser necesariamente el resultado de su utilidad para aquellos en el poder: i.e. el hecho de que es útil tener una base "objetiva" y "científica" que justifique ese poder. Al igual que el Darwinismo social que la precedió, la sociobiología procede primero proyectando sobre la naturaleza las ideas dominantes de la sociedad actual (a menudo inconscientemente, así los científicos consideran erróneamente las ideas en cuestión como "normales" y "naturales"). Después las teorías sobre la naturaleza así producidas se transfieren retroactivamente a la sociedad y a la historia, usándolas para "probar" que los principios del capitalismo (la jerarquía, la autoridad, la competencia, etc.) son leyes eternas, que son después usadas para justificar el status quo!. Asombrosamente, hay mucha gente, supuestamente inteligente, que se toma estas engañinas en serio.
Esta clase de apología es por supuesto natural, ya que toda clase dominante ha reivindicado que su derecho a gobernar está basado en la "naturaleza humana" y por lo tanto apoya doctrinas que definen la naturaleza humana de manera que parezcan justificar el poder de la élite, ya bien sea la sociobiología, el derecho divino, el pecado original, etc. Obviamente, tales doctrinas han sido siempre falsas... hasta hoy, por supuesto, cuando es evidente que nuestra sociedad actual está verdaderamente moldeada a la "naturaleza humana" lo cual ha sido probado científicamente por nuestro actual sacerdocio científico!
La arrogancia de esta afirmación es de verdad sorprendente. La historia no se ha detenido. De aquí a mil años, la sociedad será completamente diferente a lo que es ahora y diferente a lo que nadie se imagina. Ningún gobierno existente hoy día existirá entonces, y el sistema económico actual tampoco existirá. Lo único que puede seguir igual es que la gente aún dirá que su nueva sociedad es el "verdadero sistema" que se amolda completamente a la naturaleza humana, aunque los sistemas pasados no lo hicieran.
Claro, no pasa por las mentes de los que apoyan el capitalismo que gentes de diferentes culturas sacarán conclusiones diferentes de los mismos hechos, conclusiones que pueden ser mas válidas. Ni se le ocurre a los apologistas del capitalismo que las teorías de los científicos "objetivos" puedan estar enmarcadas en el contexto de la sociedad dominante en que viven. Sin embargo, no sorprende a los anarquistas que los científicos trabajando en la Rusia zarista desarrollaran una teoría de la evolución basada en la cooperacion de las especies, muy diferente a la de sus colegas de la Inglaterra capitalista, que desarrollaron una teoría basada en la lucha competitiva dentro y entre las especies. Que la segunda teoría reflejase las teorías políticas y económicas dominantes en la sociedad Británica (notablemente el individualismo competitivo) es pura coincidencia, por supuesto. El Apoyo Mutuo de Kropotkin fué escrito en respuesta a los evidentes errores que el Darwinismo Social ingl'es proyectaba sobre la naturaleza y la vida humana.
¿El anarquismo requiere personas "perfectas" para funcionar?
No. La anarquía no es una utopía, una sociedad "perfecta". Será una sociedad humana, con todos los problemas, esperanzas, y temores de los seres humanos. Los anarquistas no creen que los seres humanos tienen que ser "perfectos" para que la anarquía funcione. Solamente necesitan ser libres.
Evidentemente, creemos que una sociedad libre producirá gente que estará mucho mas en onda con su individualidad y sus necesidades y las de los demás, lo cual disminuirá los conflictos individuales. Las disputas restantes se resolverían por métodos razonables, por ejemplo, el uso de jurados, tercer intermediarios, o asambleas comunales y de lugares de trabajo.
Como ocurre con el argumento "el anarquismo va contra la naturaleza humana" (ver Seccion A.2.15) los oponentes del anarquismo generalmente asumen gente "perfecta", gente que no ha sido corrompida por el poder cuando ocupan posiciones de autoridad, gente que permanece extrañamente por encima de los efectos degradadores de la jerarquía, el privilegio y demás. Sin embargo, los anarquistas no hacen tales reclamaciones sobre la perfección humana. Reconocemos que el invertir poder en manos de una persona o una élite nunca es una buena idea, ya que la gente no es perfecta y necesita dar cuentas a los demás.
Debe notarse que la noción de que el anarquismo requiere un "nuevo" hombre o mujer es usada por los "anarco-capitalistas" de derechas para desacreditar el verdadero anarquismo y justificar la permanencia de la autoridad jerárquica, en especial las relaciones capitalistas de producción. Sn embargo, un poco de reflección mostrará que sus reparos desacreditan sus propias pretensiones de ser anarquistas ya que suponen explícitamente una sociedad anarquista sin anarquistas! No hace falta decir que una "anarquía" formada por gente que aún necesita autoridad y estado pronto devendría autoritaria y estadista (i.e. no-anarquista) una vez más.
Es así porque incluso si el gobierno fuese derrocado mañana, el mismo sistema renacería otra vez, ya que "la fuerza del gobierno se asienta no en sí mismo, sino en el pueblo. Un gran tirano puede ser un idiota en vez de un superhombre. Su fuerza no reside en sí, sino en la superstición del pueblo que cree que lo correcto es obedecer. Mientras exista esa superstición es inútil que venga un libertador a decapitar la tiranía; el pueblo creará otra, puesto que se han acostumbrado a depender de algo fuera de sí mismos." [George Barret Objections To Anarchism].
En otras palabras, la anarquía necesita anarquistas para ser creada y sobrevivir. Pero esos anarquistas no tiene por que ser perfectos, simplemente personas que se han liberado, por sus propios esfuerzos, de la superstición que las relaciones de mando-obediencia son necesarias. La suposición implícita en la idea de un "nuevo" ser anarquista es que la libertad será dada, no tomada; de ahí viene la conclusión evidente que una anarquía que requiera seres "perfectos" fracasará. Pero este razonamiento ignora la necesidad de auto-actividad y auto-liberación para crear una sociedad libre.
Los anarquistas no deducen que gente "perfecta" sea necesaria, porque el anarquista no es un libertador con una misión divina de liberar a la humanidad, sino que es parte de esa humanidad luchando adelante hacia la libertad.
"Entonces, si por algún medio externo pudiese dársele al pueblo, por decirlo así, una Revolución Anarquista confeccionada, de verdad la rechazarían y reconstruirían la antigua sociedad. Si, por otra parte, el pueblo desarrolla sus ideas de libertad, y ellos mismos se deshacen del último vestigio de tiranía, el gobierno, entonces la revolución será llevada a cabo permanentemente." [Ibid.].
¿La gente no es muy estúpida para que una sociedad libre pueda funcionar?
Sentimos tener que incluir esta pregunta en este tratado de anarquismo, pero sabemos que muchas ideologías políticas asumen explícitamente que la gente común es demasiado estúpida para ser capaz de gestionar sus propias vidas y su sociedad. En todas las ramas de la agenda política capitalista, de la izquierda a la derecha, hay personas que hacen esta afirmación. Ya bien sean leninistas, fabianistas u objetivistas, suponen que solo unos pocos elegidos son inteligentes y creativos y que estas personas deben de gobernar a los demás. Generalmente, este elitismo se oculta detrás de finuras retóricas sobre la "libertad", la "democracia" y otros lugares comúnes con los cuales los ideólogos tratan de adormecer el juicio crítico de la gente diciéndoles lo que ellos quieren oir.
Tampoco sorprende, por supuesto, que aquellos que creen en las élites "naturales" siempre se auto-clasifican en la cumbre. No hemos encontrado aún a ningún "objetivista", por ejemplo, que se considere parte de la gran masa de los de "segunda mano" o que sería un mozo de limpieza en el desconocido "ideal" del capitalismo "real". Cualquiera que lea un texto elitista se considerará a sí mismo parte de los "pocos elegidos". Es "natural en una sociedad elitista considerar las élites como naturales y considerarse uno mismo como un miembro potencial de una de ellas!
Un examen de la historia muestra que hay una ideología elitista básica que ha sido la racionalización esencial de todos los estados y clases dominantes desde su nacimiento al principio de la Edad de Bronce. Esta ideología simplemente cambia de ropa, no de contenido interno básico.
Durante la Alta Edad Media, por ejemplo, estuvo revestida de cristianismo, adaptándose a las necesidades de la jerarquía eclesiástica. El dogma "divinamente revelado" más útil para la élite sacerdotal fue "el pecado original": la idea que los seres humanos son básicamente criaturas depravadas e incompetentes que necesitan ser "dirigidos desde arriba", con sacerdotes como los convenientes y necesarios intermediarios entre los humanos ordinarios y "dios". La idea que la gente normal y corriente es básicamente estúpida e incapaz de gobernarse es la herencia de esta doctrina, una reliquia de la Edad Media.
Para contestar a aquellos que afirman que la mayoría de la gente no son más que "de segunda mano" e incapaces de desarrollar nada fuera de la "conciencia sindical", todo lo que podemos decirles es que es absurdo y que no aguanta ni una revisión superficial de la historia, particularmente lo que se refiere al movimiento obrero. Los poderes creativos de aquellos que luchan por la libertad son a menudo verdaderamente sorprendentes, y si esta potencia intelectual y esta inspiración no es evidente en la sociedad "normal", ello constituye la más clara denuncia posible de los efectos adormecedores de la jerarquía y del conformismo producidos por la autoridad. (Ver también la Sección B.1 para más sobre los efectos de la jerarquía.)
Como indica Bob Black, "Eres lo que haces. Si haces trabajo aburrido, estúpido, monótono, lo mas probable es que acabes siendo aburrido, estúpido y monótono. El trabajo es una explicación mucho mejor de la creciente cretinización que ocurre alrededor de nosotros que esos mecanismos estupefacientes tan señalados como la televisión y la educación. La gente que pasa su vida regimentada, guiada de la escuela al trabajo y enjaulada por la familia primero y el asilo de ancianos al final, esta habituada a la jerarquía y es psicológicamente esclava. Su aptitud para la autonomía está tan atrofiada que su miedo a la libertad es una de sus pocas fobias con fundamento real. Su entrenamiento en la obediencia en el trabajo se lleva a las familias que ellos forman, reproduciendo de esta manera el sistema en formas diferentes, y se lleva a la política, la cultura y todo lo demás. Una vez que has drenado la vitalidad de la gente en el trabajo, probablemente se someterán a la jerarquía y a la especialización en todo. Están acostumbrados a ello." [The Abolition of Work].
Cuando los elitistas tratan de concebir la liberación, solo se les ocurre que ésta sea concedida a los oprimidos por élites benévolas (los leninistas) o estúpidas (los objetivistas). No sorprende pues, que fracase. Unicamente la auto-liberación puede producir una sociedad libre. Los efectos aplastantes y distorsionantes de la autoridad solo pueden ser superados por la auto-actividad. Los escasos ejemplos de tal auto-liberación prueban que la mayoría de la gente, considerada incapaz de ser libre, está muy bien dispuesta a la lucha.
Los que proclaman su "superioridad" a menudo lo hacen por miedo de que su autoridad y su poder sea destruído una vez que la gente se libere de la mano debilitante de la autoridad y llegue a darse cuenta de que, según Max Stirner, "los grandes lo son solo porque estamos de rodillas."
Como apunta Emma Goldman acerca de la igualdad de las mujeres, "los extraordinarios logros de las mujeres en todos los aspectos de la vida han silenciado para siempre la liviana habladuría de la inferioridad femenina. Los que aún se agarran a este fetiche lo hacen porque no odian nada tanto como ver su autoridad bajo reto. Esta es una característica de toda autoridad, ya sea la del patrón sobre el esclavo económico o la del hombre sobre la mujer. Sin embargo, la mujer se escapa de su jaula por doquier, por doquier ella corre adelante con pasos libres, grandes."
Los mismos comentarios pueden aplicarse, por ejemplo, a los muy éxitosos experimentos de auto-gestión obrera durante la Revolución Española. Citando a Rousseau: "cuando veo multitudes de salvajes totalmente desnudos despreciar la voluptuosidad europea y soportar hambre, fuego, la espada y la muerte únicamente para preservar su independencia, pienso que no incumbe a los esclavos razonar sobre la libertad" [citado por Noam Chomsky, Red and Black Revolution, número 2].
¿Los anarquistas apoyan el terrorismo?
No, por dos razones. El terrorismo significa el objetivo de o el no preocuparse por el asesinato de personas inocentes. Para que exista la anarquía, ésta debe ser creada por personas corrientes. Uno no puede ganar al pueblo a las ideas de uno a base de masacres. En segundo lugar, el anarquismo es auto-liberación. Las relaciones sociales no se pueden explotar con bombas. La libertad no puede crearse a través de las acciones de una élite minoritaria destruyendo gobernantes en nombre de la mayoría. Mientras la gente tenga necesidad de gobernantes, la jerarquía existirá (ver Sección A.2.16). Como recalcábamos antes, la libertad no puede ser concedida, solo tomada.
Además, los anarquistas no están en contra de individuos sino en contra de las instituciones y las relaciones sociales causantes de que ciertos indviduos tengan poder sobre otros y abusen (i.e. usen) ese poder. Por lo tanto la revolución anarquista se basa en destruir estructuras, no personas. Como dijo Bakunin: "no queremos la muerte de los hombres sino la abolición de posiciones y cosas" [The Lullers].
?Entonces por qué el anarquismo es asociado con la violencia? Esto es en parte debido a que el estado y los medios de comunicación insisten en llamar anarquistas a terroristas que no son anarquistas. Por ejemplo la banda alemana de Bader-Meinhoff fué a menudo llamada "anarquista" a pesar de haberse proclamado Marxista-Leninista. Las calumnias, por desgracia, hacen su trabajo. Pero la principal razón por esta asociación del anarquismo con el terrorismo fué el período de "propaganda por la acción" en el movimiento anarquista.
Esta etapa, del 1880 al 1890 aproximadamente, se caracterizó por los asesinatos de miembros de las clases dominantes (realeza, políticos etc) a mano de un pequeño número de anarquistas que actuaban individualmente. Lo hicieron por dos razones: primero, para vengar los más de 20,000 muertos en la brutal represión de la Comuna de París por el gobierno francés, donde muchos anarquistas murieron (la propaganda por la acción comenzó y fué muy frecuente en Francia); y segundo, como un medio para incitar al pueblo a rebelarse mostrándole que los opresores podían ser derrotados.
Hay que aclarar que la mayoría de los anarquistas no apoyaron esta táctica, que en todo caso fué un fracaso, ya que le dió al estado el pretexto para endurecer la represión de los anarquistas y los movimientos obreros así como le dió la oportunidad a los medios informativos de asociar el anarquismo con la violencia sin sentido, enajenando del movimiento a gran parte de la población.
También, la suposición detrás de la propaganda por la acción, i.e. que el pueblo estaba listo para rebelarse, era falsa. De hecho, la gente es producto del sistema en que viven; de ahí que aceptaban casi todos los mitos utilizados para mantener el sistema en pie. Con el fracaso de la propaganda por la acción, los anarquistas regresaron a lo que la mayoría del movimiento había practicado de todos modos: incitar la lucha de clases y el proceso de auto-liberación. Este retorno a las raíces del anarquismo puede verse en el auge de las uniones anarcosindicalistas a partir de 1890 (ver Sección A.5.3).
A pesar de que la mayoría de los anarquistas no estaban de acuerdo con la propaganda por la acción, pocos la considerarían como terrorismo o descartarían el asesinato en todas las circunstancias. Bombardear una aldea porque pudiese albergar enemigos es terrorismo, mientras que quitarle la vida a un dictador asesino es defensa en el mejor de los casos y venganza en el peor. Como los anarquistas han dicho por largo tiempo, si por terrorismo se quiere decir "matar gente inocente" entonces el estado es el mayor terrorista de todos. Si el pueblo, al cometer "actos de terror" es realmente anarquista, hará lo posible por evitar hacer daño a inocentes y nunca usará la línea estatista de que "el daño colateral" es lamentable pero inevitable.
Asi pues, resumimos. Los anarquistas han hecho uso del terrorismo. También ello ha sido usado por muchos otros grupos y partidos políticos, sociales y religiosos. Por ejemplo, los cristianos, los marxistas, los hindúes, los nacionalistas los republicanos, los mahometanos, los sikhs, los fascistas, los judíos y los patriotas todos han cometido actos de terrorismo. Muy pocos de estos movimientos o ideologías han sido calificados de "terroristas por naturaleza", lo cual demuestra cómo el anarquismo amenaza al status quo. No hay nada mejor para desacreditar y marginar una idea que gente maliciosa o mal informada pinten a sus practicantes y creyentes como "bombarderos locos" sin opinión ni ideal alguno, nada más que con una insana propensidad a la destrucción.
Claro que la gran mayoría de los cristianos y demás se han opuesto al terrorismo como algo moralmente repugnante y contraproducente. Lo mismo han hecho la gran mayoría de los anarquistas en todo tiempo y lugar. No obstante, parece que en nuestro caso es necesario proclamar nuestra oposición al terrorismo una y otra vez.
Para terminar, solo una pequeña minoría de terroristas han sido anarquistas, y solo una pequeña minoría de anarquistas han sido terroristas. El movimiento anarquista en su totalidad siempre ha reconocido que las relaciones sociales no pueden ser asesinadas o bombardeadas hasta desaparecer.
Nerio Ramirez
http://perso.wanadoo.es/blanroj/anarquia.html
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