¿Por qué la solidaridad es importante para los anarquistas?
La solidaridad, o el apoyo mutuo, es una idea clave del anarquismo. Es el lazo de unión entre el individuo y la sociedad, el medio a través del cual los individuos trabajan juntos para satisfacer sus intereses comunes dentro de un entorno que apoya y nutre la libertad y la igualdad. Para los anarquistas, el apoyo mutuo es un rasgo fundamental de la vida humana, una fuente de fuerza y felicidad y un requisito principal para una plena existencia humana.
Erich Fromm, famoso psicólogo y humanista socialista, dice que "el deseo humano de practicar la unión con los demás tiene sus raíces en las condiciones específicas de existencia que caracteriza la especie humana y es uno de los más fuertes móviles de la conducta humana" [To Be or To Have, p. 107]
Por lo tanto los anarquistas consideran el deseo de formar "uniones" (usando el termino de Max Stirner) con otros como una necesidad natural. Estas uniones, o asociaciones, deben ser basadas en la igualdad y la individualidad para que sean totalmente satisfactorias para aquellos que las componen -- i.e. deben ser organizadas de manera anarquista, i.e., voluntarias, descentralizadas y no-jerárquicas.
La solidaridad -- la cooperación entre individuos -- es necesaria para la vida y está lejos de ser una negación de la libertad. "Qué resultados maravillosos ha logrado esta singular fuerza de la individualidad humana cuando se fortalece con la cooperación con otros individuos," observa Emma Goldman. "La cooperación -- en contraposición a las luchas intestinas y la disensión -- ha funcionado a favor de la sobrevivencia y la evolución de las especies ... Sólo el apoyo mutuo y la cooperación voluntaria .. pueden crear las bases de una vida individual y asociativa libre" [Habla Emma La Roja, p. 95].
La solidaridad quiere decir asociarse juntos como iguales para satisfacer necesidades e intereses comunes. Las formas de asociación que no están basadas en la solidaridad (aquellas basadas en la desigualdad) aplastarán la individualidad de los que están sujetos a ellas. Como indica Ret Marut, la libertad necesita de la solidaridad, en reconocimiento de intereses comunes:
* "El mas noble, puro y verdadero amor de la humanidad es el amarse a sí mismo. !yo quiero ser libre!, ¡yo quiero ser feliz! yo quiero disfrutar de todas las cosas bellas del mundo. Pero mi libertad está asegurada solamente cuando los demás a mi alrededor son libres. Yo sólo puedo ser feliz cuando la gente alrededor mío es feliz. Yo sólo puedo estar alegre cuando la gente que veo y conozco ven el mundo con ojos llenos de alegría. y solo entonces puedo llenar mi copa de pura felicidad cuando estoy seguro en el conocimiento de que los demás, también, pueden llenar su copa igual que yo. Y por esta razón, es una cuestión de mi propia satisfacción, sólo de mi propio yo, cuando me sublevo contra todo peligro que amenaza my libertad y mi felicidad..." [Ret Marut (alias B. Traven), The Brickburner magazine]
En la práctica, la solidaridad quiere decir que reconocemos, al igual que en el slogan de la Industrial Workers of the World, que "una afrenta a uno es una afrenta a todos".
Bajo una sociedad jerárquica, la solidaridad es importante no solo por la satisfacción que nos da, sino también porque es necesaria para resistir a los que están en el poder. Al estar unidos, aumentamos nuestra fuerza para conseguir lo que queremos. A la larga, organizados en grupos, juntos podremos comenzar a gestionar nuestros propios asuntos colectivos y así reemplazar a los patronos de una vez para siempre. "las uniones ... multiplicarán los medios del individuo y asegurarán su propiedad amenazada" [Max Stirner El Único Y Su Propiedad, p. 258]. Actuando con solidaridad, podemos asimismo reemplazar el sistema en vigor por uno más de nuestro agrado. Hay poder en la "unión".
La solidaridad es pues el medio por el cual podemos obtener y asegurar nuestra propia libertad. Concordamos trabajar juntos para no tener que trabajar para otro. Acordando compartir con los demás aumentamos nuestras opciones para poder disfrutar mas, no menos. El apoyo mutuo es en mi propio interés -- es decir, yo me doy cuenta de que es ventajoso para mi llegar a acuerdos con los demás basados en el respeto mutuo y la igualdad social; ya que si yo domino a alguien, esto significa que las condiciones que permiten el dominio existen, así pues en toda probabilidad yo también seré dominado algún día.
Según lo ve Max Stirner, la solidaridad es el medio por el cual aseguramos que nuestra libertad es reforzada y defendida contra aquellos en el poder que nos quieren dominar: "?Entonces tú mismo no cuentas para nada?" él pregunta. "?Estás dispuesto a permitir que cualquiera te haga lo que quiera? Defiéndete y nadie te tocará. Si hay millones de personas detrás de ti, entonces eres una potencia formidable y ganarás sin dificultad" [Ibid.].
Por consiguiente, la solidaridad es importante para los anarquistas porque es el medio por el cual la libertad puede ser creada y defendida contra el poder. La solidaridad es fuerza y un producto de nuestra naturaleza de seres sociales. Sin embargo, la solidaridad no debería ser confundida con el "rebañismo" que implica el seguir a un líder pasivamente. Para que sea efectiva, la solidaridad tiene que ser creada por gente libre, cooperando juntos como iguales. El "gran nosotros" no es solidaridad, aunque el deseo de "rebaño" sea un producto de nuestra necesidad de unión y solidaridad. Es una "solidaridad" pervertida por la sociedad jerarquizada, que condiciona a la gente a obedecer a líderes ciegamente.
¿Por qué los anarquistas abogan por la auto-liberación?
La libertad, por su propia naturaleza, no puede ser concedida. Un individuo no puede ser liberado por otro, sino que debe romper sus propias cadenas a través de su propio esfuerzo. Por supuesto, el esfuerzo propio puede ser parte de una acción colectiva, y en muchos casos así ha de ser para alcanzar sus fines. Como señala Emma Goldman:
* "la historia nos dice que cada clase (o grupo o individuo) alcanzó la verdadera liberación de sus amos por sus propios esfuerzos" [Habla Emma La Roja p. 142]
Los anarquistas durante mucho tiempo han argumentado que el pueblo solo puede liberarse a través de sus propias acciones. Los varios métodos anarquistas propuestos para facilitar este proceso serán discutidos en la Sección J ("?QUE HACEN LOS ANARQUISTAS?") y no los discutiremos aquí. No obstante, estos métodos todos se basan en el pueblo organizándose, planteando sus propias agendas, y actuando de formas que los potencie y eliminando su dependencia de líderes que hagan las cosas por ellos. El anarquismo se basa en el pueblo "actuando por si mismo" (haciendo lo que los anarquistas llaman "acción directa").
La acción directa tiene un efecto potenciador y liberador sobre aquellos comprometidos con ella. La auto-actividad es el medio por el cual la creatividad, la iniciativa, la imaginación y el pensamiento crítico de los que están sujetos a la autoridad puede desarrollarse. Es el medio a través del cual la sociedad puede cambiar. Como indica Errico Malatesta "Entre el hombre y su entorno social hay una acción reciproca. Los hombres hacen de la sociedad lo que es y la sociedad hace de los hombres lo que son, y el resultado es por lo tanto una especie de circulo vicioso ... Afortunadamente la sociedad existente no ha sido creada por la voluntad inspirada de una clase dominante, que ha logrado reducir a todos sus sujetos a instrumentos pasivos e inconscientes... Es el resultado de miles de luchas intestinas, de mil factores humanos y naturales ..." [Vida E Ideas, p. 188].
La sociedad, mientras moldea a los individuos, es a su vez creada por ellos, a través de sus acciones, pensamientos e ideales. El reto a instituciones que limitan la libertad de uno es mentalmente liberador, ya que pone en marcha el proceso de poner en duda las relaciones autoritarias en general. Este proceso nos da intuición sobre el funcionamiento de la sociedad, alterando nuestra ideas y creando nuevos ideales. Citando otra vez a Emma Goldman : "La verdadera emancipación comienza ... en el alma de la mujer" Y del hombre también, añadimos. Es solamente aquí que podemos "empezar [nuestra] regeneración interna, deshaciéndonos del peso de los prejuicios, las tradiciones y las costumbres" [Op. Cit., p. 142]. Pero éste proceso debe ser auto-dirigido, pues como nota Max Stirner, "el hombre que es puesto en libertad no es más que un liberto ... un perro arrastrando una cadena" [Max Stirner, El Único Y Su Propiedad p. 168].
En una entrevista durante la revolución española, el militante anarquista español Durruti dijo "Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones". Solo la auto-actividad y la auto-liberación nos permite crear tal visión en nuestros corazones y nos da la seguridad para tratar de realizarla en el mundo real.
Los anarquistas, no obstante, no creen que la auto-liberación deba esperar el futuro, después de la "revolución gloriosa". Lo personal es político, y dada la naturaleza de la sociedad, según actuemos aquí y ahora tendrá influencia sobre el futuro de nuestra sociedad y nuestras vidas. Por consiguiente, incluso en sociedades pre-anarquistas los anarquistas tratan de crear, como dijo Bakunin, "no solo las ideas sino también los hechos del futuro mismo". Podemos hacerlo creando relaciones sociales y organizaciones alternativas, actuando como personas libres en una sociedad no libre. Sólo por medio de nuestras acciones aquí y hoy podemos asentar los cimientos de una sociedad libre.
La revolución es un proceso, no un acto, y cada "acción revolucionaria espontánea" es generalmente el resultado de y está basada en el trabajo paciente de muchos años de organización y educación del pueblo por gentes con ideas "Utópicas". El proceso de "crear el nuevo mundo dentro del cascarón del viejo" (usando otra expresión de la IWW) construyendo instituciones y relaciones alternativas, es sólo un componente de lo que debe ser una larga tradición de compromiso y militancia revolucionarios.
Malatesta lo puso en claro "fomentar toda clase de organizaciones populares es la consecuencia lógica de nuestras ideas básicas, y por lo tanto debería ser una parte integral de nuestro programa ... los anarquistas no quieren emancipar al pueblo; quieren que el pueblo se emancipe a sí mismo ..., queremos que la nueva forma de vida surja del pueblo y corresponda a su estado de desarrollo y que avance al paso que ellos avanzan" [Vida E Ideas, p.90]
¿Es posible ser anarquista sin oponerse a la jerarquía?
No. Hemos visto que los anarquistas aborrecen el autoritarismo. Si uno es anti-autoritario, uno debe oponerse a todas las instituciones jerárquicas, ya que ellas encarnan el principio de autoridad. El argumento (si que que se necesita) es como sigue:
La jerarquía es un organización piramidal compuesta de una serie de grados, rangos u oficios de creciente poder, prestigio y (normalmente) remuneración. Los eruditos que han investigado la forma jerárquica han hallado que las dos ideas principales que ella encarna son la dominación y la explotación. Por ejemplo, en su artículo "?Qué es lo que hacen los jefes?" (Review of Radical Political Economics, 6, 7), un estudio de la factoría moderna, Steven Marglin halló que la función principal de la jerarquía corporativa no es una mayor eficiencia en la productividad (como dicen los capitalistas), sino un mayor control sobre los trabajadores, siendo el propósito de tal control una explotación más efectiva.
En una jerarquía el control se mantiene a través de la coerción, es decir, la amenaza de sanciones negativas de cualquier clase: física, económica, psicológica, social etc. Tal control, incluida la represión de la protesta y la rebelión, necesita de la centralización: un conjunto de relaciones de poder en el cual el control máximo es ejercido por unos pocos en la cumbre (en particular la cabeza de la organización), mientras que aquellos en los rangos medios tienen mucho menos control y la mayoría de abajo no tienen ninguno.
Puesto que la dominación, la coerción y la centralización son rasgos esenciales del autoritarismo, y dado que esos rasgos forman parte de las jerarquías, toda institución jerárquica es autoritaria. Más aún, para los anarquistas, cualquier organización marcada por la jerarquía, el centralismo y el autoritarismo es cuasi-estatal, o "estadista". Y como los anarquistas se oponen al estado y a las relaciones autoritarias, aquel que no busque el desmantelar todas las formas de jerarquía no puede ser llamado anarquista.
Sentimos tener que sobre-elaborar este punto, pero algunos apologistas del capitalismo, queriendo aparentemente apropiarse del nombre "anarquista" por razón de su asociación con la libertad, han recientemente reivindicado que se puede ser capitalista y anarquista a la vez (como en anarco-capitalismo). Debería ahora estar claro que ya que el capitalismo se basa en la jerarquía (sin mencionar el estatismo y la explotación), "anarco"-capitalismo es una contradicción. (Más sobre éste asunto en la Sección F).
¿Qué clase de sociedad quieren los anarquistas?
Los anarquistas desean una sociedad descentralizada, basada en la libre asociación. Consideramos esta forma de sociedad la mejor para llevar al máximo los valores que hemos delineado anteriormente -- la libertad, la igualdad, la solidaridad. Sólo por medio de una descentralización racional del poder, estructuralmente y territorialmente, puede fomentarse la libertad individual. La delegación de poderes en manos de una minoría es una negación de la libertad y la dignidad individual. Antes que quitar la gestión de sus propios asuntos de las manos del pueblo, los anarquistas favorecen organizaciones que minimizan la autoridad, manteniendo el poder en la base, en manos de aquellos afectados por las decisiones alcanzadas.
La libre asociación es la piedra angular de la sociedad anarquista. Los individuos deben de ser libres para unirse según ellos crean conveniente, ya que esta es la base de la libertad y la dignidad humana. Sin embargo, tales convenios libres deben de basarse en la descentralización del poder; de otro modo ello será una farsa (como en el capitalismo), ya que sólo la igualdad otorga el contexto social necesario para el desarrollo y crecimiento de la libertad. Por lo tanto los anarquistas apoyan los colectivos directamente democráticos, basados en "una persona un voto" (ver la Sección A.2.11 ?Por qué los anarquistas apoyan la democracia directa? que analiza la racionalidad de la democracia directa como el complemento político del acuerdo libre).
En otras palabras, los colectivos serían regidos por asambleas en masa de todos sus miembros, con los asuntos puramente administrativos gestionados por comités elegidos para el caso. Estos comités comunales estarían formados por delegados temporales revocables que ejecutarían sus labores bajo la vigilancia de la asamblea que los eligió. Si los delegados actúan en contra de su mandato o tratan de extender su influencia o labor mas allá de lo decidido por la asamblea (i.e. si empiezan a tomar decisiones políticas), podrán ser instantáneamente revocados y sus decisiones abolidas. De este modo, la organización permanece en manos de la unión de individuos que la formó.
Estos colectivos igualitarios, formados por acuerdos libres, a su vez se asocian libremente en confederaciones. Tal confederación libre iría de abajo arriba, las decisiones fluyendo desde las asambleas elementales hacia arriba. Las confederaciones serian gestionadas de manera similar a los colectivos. Regularmente habrían conferencias locales regionales, "nacionales" e internacionales en las que todos los asuntos importantes y los problemas que afectan a los colectivos serían discutidos. Además, los principios fundamentales y las ideas de la sociedad serían debatidas y las decisiones políticas serían hechas, puestas en vigor, revisadas y coordinadas.
Se formarían comités de acción, si se necesitasen, para coordinar y administrar las decisiones de las asambleas y sus congresos, bajo estricto control desde abajo según hemos discutido antes.
Más importante aún, las asambleas comunales básicas pueden anular cualquier decisión alcanzada por las confederaciones y salirse de una confederación. Además, pueden convocar conferencias confederales para discutir nuevos asuntos y para informar a los comités de acción acerca de nuevos deseos y para instruirlos sobre que hacer con respecto a nuevos requerimientos e ideas.
Organizados de esta manera, la jerarquía es abolida, ya que el pueblo en la base de la organización está en control, no sus delegados. Solamente esta forma de organización puede reemplazar al gobierno (la iniciativa y el potenciamiento de unos pocos) con la anarquía (la iniciativa y el potenciamiento de todos). Esta forma de organización existiría en todas las actividades que requieren trabajo de grupo y la coordinación de mucha gente. Sería, como dijo Bakunin, el medio "para integrar individuos dentro de estructuras que ellos podrían comprender y controlar". Las iniciativas individuales serían gestionadas por el propio individuo.
¿Qué significará y qué se obtendrá con la abolición de la jerarquía?
La creación de una nueva sociedad basada en las organizaciones libertarias tendrá un incalculable efecto en la vida diaria. El potenciamiento de millones de personas transformará la sociedad en maneras que hoy día sólo podemos imaginar. Sin embargo, hay muchos que consideran estas formas de organización imprácticas y condenadas al fracaso.
Contra los que dicen que tales organizaciones no autoritarias, confederales solamente causarán confusión y desunión, los anarquistas mantienen que la forma de organización estadista, centralizada y jerárquica produce indiferencia en vez de compromiso, dureza de corazón en lugar de solidaridad, uniformidad en vez de unidad, y elites privilegiadas en lugar de igualdad. Más importante, tales organizaciones destruyen la iniciativa individual y aplastan la acción independiente y el pensamiento crítico. (Para más sobre la jerarquía, ver la Sección B.1 "Por qué los anarquistas están en contra de la autoridad y la jerarquía" y secciones afines).
Que la organización libertaria es capaz de funcionar y se basa en (y fomenta) la libertad se demostró en el movimiento anarquista español. Fenner Brockway, secretario del Independent Labour Party británico, visitando Barcelona durante la revolución de 1936, notó que "la gran solidaridad que existía entre los anarquistas se debía que cada individuo dependía de sus propias fuerzas y no del liderazgo ... Las organizaciones deben, para tener éxito, ser combinadas con gente de pensamiento libre; no una masa, sino individuos libres" [citado por Rudolf Rocker, Anarcosindicalismo, p. 58]
Como ya se ha indicado abundantemente, las estructuras centralizadas limitan la libertad. Como Proudhon notó: "el sistema centralista es muy bueno con respecto al tamaño, la simplicidad y la construcción: le falta sólo una cosa -- el individuo deja de pertenecerse a sí mismo en tal sistema, no puede apreciar su propio valor, su vida, y nadie se da cuenta de él" [citado en Paths in Utopia, Martin Buber, p.33].
Los efectos de la jerarquía pueden verse por todo alrededor. No funciona. La jerarquía y la autoridad existen por todas partes, en el trabajo, en la casa, en la calle. Como dice Bob Black, "Si pasas la mayor parte de tu vida recibiendo órdenes o besando culos, si te acostumbras a la jerarquía, te convertirás en pasivo-agresivo, sado-masoquista, servil y estúpido, y llevarás ese peso a todos los aspectos del resto de tu vida." [The Libertarian as Conservative].
Esto significa que el fin de la jerarquía traerá consigo una transformación masiva en la vida cotidiana. Implicará la creación de organizaciones centradas en el individuo dentro de las cuales todos podrán ejercitar sus habilidades al máximo.
Solamente la autodeterminación y el acuerdo libre en cada nivel de la sociedad podrá desarrollar la responsabilidad, la iniciativa, la inteligencia y la solidaridad de los individuos y la sociedad completa. Únicamente una organización anarquista permite acceder a y utilizar el vasto talento que existe dentro de la humanidad, enriqueciendo a la sociedad a través del mismo proceso que enriquece y desarrolla al individuo. Solamente involucrando a todos en el proceso de idear, planear, coordinar e implementar las decisiones que los afectan podrá florecer la libertad y podrá desarrollarse y ser protegida la individualidad. La anarquía desatará la creatividad y el talento de las masas populares esclavizadas por la jerarquía.
La anarquía beneficiará incluso a aquellos que dicen beneficiarse por el capitalismo y sus relaciones autoritarias. Los anarquistas "mantienen que ambos, los que mandan y los que son mandados son estropeados por la autoridad; ambos, explotadores y explotados son estropeados por la explotación" [Piotr Kropotkin, Act for Yourself, p. 38] Es así porque "en cualquier relación jerárquica el que domina al igual que el que es dominado paga un precio. El precio pagado por 'la gloria de mandar' es verdaderamente pesado. Cada tirano se resiente de sus obligaciones. El está condenado a arrastrar el peso muerto del durmiente potencial creativo de sus subordinados por el camino de su excursión jerárquica" [The Right to be Greedy, For Ourselves].
¿Por qué están los anarquistas a favor de la democracia directa?
Para los anarquistas, el voto democrático directo sobre decisiones políticas dentro de las asociaciones libres es el contrapunto político del acuerdo libre. La razón es que "muchas formas de dominación pueden ser emprendidas de 'una manera ...libre, no-coercitiva .. y es ingenuo .. pensar que la mera oposición al control político en sí nos llevará al final de la opresión" [John P. Clark, Max Stirner's Egoism, p.93].
Una vez que una persona se asocia a una comunidad o a un puesto de trabajo, él o ella se convierte en un/a "ciudadano/a" (a falta de mejor palabra) de esa asociación. La asociación se organiza alrededor de una asamblea de todos sus miembros ( en el caso de grandes centros de trabajo y de pueblos, esta puede ser un sub-grupo funcional tal como una oficina específica o un barrio). En esta asamblea, en acuerdo con otras, se define el contenido de sus obligaciones políticas. Actuando dentro de la asociación, la gente debe ejercer juicios críticos y elegir, es decir, gestionar sus actividades. Lo cual quiere decir que la obligación política no se le debe a una entidad aparte por encima del grupo o sociedad, tal como el estado o la empresa, sino a los "con-ciudadanos".
Aunque el pueblo en asamblea legisla colectivamente las reglas que gobiernan su asociación, y están sujetos a ellas como individuos, también son superiores a ellas en el sentido de que esas reglas siempre pueden ser modificadas o abrogadas. Colectivamente, los "ciudadanos" asociados constituyen la autoridad política, pero como esta autoridad está basada en relaciones horizontales entre ellos mismos más bien que en relaciones verticales entre ellos y la elite, la "autoridad" es no-jerárquica ("racional" o "natural", ver Sección B.1 "Por qué los anarquistas están en contra de la autoridad y la jerarquía").
Claro que podría alegarse que si estás en minoría, eres gobernado por otros. Ahora bien, el concepto de democracia directa tal como la hemos descrito no está necesariamente ligado al concepto de gobierno de la mayoría. Si algunos se encuentran en minoría en una votación particular, esa persona tiene entonces que elegir si consiente o se niega a reconocer la decisión como obligatoria. Negarle a la minoría la oportunidad de ejercer su juicio y su elección es infringir en su autonomía e imponerle una obligación que no ha aceptado libremente. La imposición a la fuerza de la voluntad mayoritaria va en contra del ideal de la obligación auto-asumida, y por eso va en contra de la democracia directa y la libre asociación. Por lo tanto, lejos de ser una negación de la libertad, la democracia directa dentro del contexto de la libre asociación y la obligación auto-asumida es la única manera de alimentar la libertad. No hace falta decir que, una minoría, si permanece dentro de la asociación, puede apelar su caso y tratar de convencer a la mayoría de su error.
Los lazos entre las asociaciones siguen el mismo modelo que las asociaciones. En lugar de individuos unidos en una asociación, tenemos asociaciones unidas en confederaciones. Los enlaces entre asociaciones dentro de una confederación son de la misma naturaleza horizontal y voluntaria que en las asociaciones, con los mismos derechos de "voz y salida" de sus miembros. El funcionamiento de tal confederación se perfila en la Sección A.2.9 (?Qué tipo de sociedad desean los anarquistas?) y se discute en mayor detalle en la Sección I (Cómo desearía un anarquista que fuese la sociedad?).
¿El consenso es una alternativa a la democracia directa?
El consenso, aunque constituya la "mejor" opción al tomar decisiones, ya que todos están de acuerdo, también tiene sus problemas. Como apunta Murray Bookchin al describir sus experiencias del consenso, éste puede tener consecuencias autoritarias, ya que "para... crear pleno consenso en una decisión los disidentes minoritarios son a menudo sutilmente presionados o forzados psicológicamente a rehusar su voto en un asunto problemático, ya que su disidencia constituiría el veto por una persona. Esta práctica, llamada 'quedarse a un lado en el proceso de consenso americano, muy a menudo acarrea la intimidación de los disidentes, hasta el punto de que se substraen por completo al proceso de tomar decisiones, antes que hacer una honrosa y continuada expresión de su desacuerdo con el voto, incluso como minoría, de acuerdo con sus puntos de vista. Habiéndose retirado, sacrifican su entidad política, para que pueda tomarse tal decisión... El consenso se obtuvo finalmente sólo después de que los miembros disidentes se hubiesen anulado como participantes en el proceso.
"A nivel más teórico, el consenso silenció el aspecto más vital del diálogo, la disensión. La disensión en curso, el diálogo apasionado que aún persiste incluso después que la minoría accede temporalmente a la decisión mayoritaria, ...[puede ser] reemplazado ... por aburridos monólogos, y el apolémico y soporífero tono del consenso. En la toma de decisiones mayoritarias, la minoría derrotada puede recusar a anular una decisión en la que habían sido derrotados; son libres de articular persistente y abiertamente desacuerdos razonables y potencialmente persuasivos. El consenso, por su parte, no honra ninguna minoría, las enmudece a favor del "uno" metafísico del "grupo consensual" ["What Is Communality: The Democratic Dimension of Anarchism].
Bookchin no "niega que el consenso pueda ser una forma apropiada de toma de decisiones en pequeños grupos de personas que están muy familiarizados unos con otros". Aún así nota que en la práctica, su experiencia le ha enseñado que "cuando grupos más grandes tratan de llegar a decisiones a través del consenso, generalmente son forzados a llegar al más bajo denominador común intelectual al tomar decisiones: la menos polémica o incluso la más mediocre de las decisiones que una asamblea de cierto tamaño puede alcanzar es la aceptada, precisamente porque cada uno tiene que estar de acuerdo con ella de lo contrario tiene que abstenerse de votar en el asunto"
Por consiguiente, debido a su naturaleza potencialmente autoritaria, los anarquistas por lo general niegan que el consenso es el aspecto político de la libre asociación. Aunque sea ventajoso tratar de llegar a un consenso, por lo general no es práctico hacerlo, especialmente en grupos grandes, sin mirar a sus otros efectos negativos. A menudo rebaja una sociedad o asociación libre con su tendencia a soliviantar la individualidad en nombre de la comunidad y la disensión en nombre de la solidaridad. Ni la verdadera comunidad ni la solidaridad son avanzadas cuando el desarrollo del individuo y su auto-expresión son abortados por la censura y la presión pública. Puesto que los individuos son únicos, tendrán puntos de vista únicos cuya expresión debería ser alentada ya que así evoluciona la sociedad y es enriquecida por las acciones y las ideas del individuo.
Nerio Ramirez
http://perso.wanadoo.es/blanroj/anarquia.html
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